Nací en Barcelona,
viví allí 40 años, la mayoría en el barrio de Gracia. El resto de
mi vida ha transcurrido en el Sobrarbe (Pirineo de Huesca).
Soy viudo y tengo
dos hijos que empiezan a volar solos a ratos. Uno quiere ser actor de
teatro y otro físico.
He sido educador
social, emprendedor, horticultor ecológico y pastor entre otras
cosas.
Ahora al borde de
los 55 soy un parado de larga duración buscando una forma de vida
nueva. Extraña edad para volver a empezar, pero así son las cosas.
A los 45 me “jubile”
tal y como pedía Ramiro Ledesma Ramos de una manera de hacer
política, la política de la juventud y la revolución. Poco mas
tarde comprendí que uno no puede abandonar sus sueños, que solo los
ha de amoldar a sus circunstancias. Entonces propuse el proyecto
Agropound que no logro cuajar. Y a raíz de eso volví a una cierta
forma de hacer política, no se si de eso que ahora llamar
“influencers”, porque nunca acabo de aprehender los conceptos
nuevos anglos, creo mas bien que un “opinador” es mejor
definición. Aunque no rehuyo del compromiso y del activismo. Como
ejemplo no renuncio a presentarme a las elecciones ayudando así a
quienes quieren llevar a ese campo la actividad. Suelo apoyar a todo
aquel que hace, sea un acto, una manifestación, una excursión o una
iniciativa novedosa.
Creo que tras el
brexit y el triunfo de Trump se ha abierto una “ventana de
oportunidad” para el soberanismo social. Un soberanismo
anti-globalista anti-mundialista y que respete a todos los pueblos en
lo que son, su identidad, su origen y también en su futuro digno.
Esta primavera veremos que efecto tiene todo esto en las diferentes
elecciones europeas, y su rebote en España.
Este blog es una
vieja idea que nunca acaba de cuajar. Intento tener un blog pero
siempre las circunstancias hacen pasar lo momentáneo por encima de
algo mas permanente, por eso he abierto montones de blogs
circunstanciales, algunos de ellos con seudónimos o anónimos. Luego
se olvidan, te olvidas de las claves, y algunos servidores
desaparecen, con lo que quedan perdidos en eso que se llama la nube.
El contrabando de
ideas es una acción que incluso va mucho mas allá del
transversalismo. Las fronteras ideológicas son a veces mas fuertes
que las físicas. Y llevar ideas, darlas a conocer, de un lado a otro
de esas fronteras no es tarea fácil. Pese a alguna opinión popular
la actividad del contrabando no es una tarea fácil. Y no siempre
corren a favor los aires, ahora mismo los que piden que no se
construyan muros en las fronteras físicas son los primeros en
establecerlas en el mundo de las ideas.
Pero yo a lo mio,
intentar superar las mugas...
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