Vox. De Andalucía a Andalucía. El fracaso de los hombres de
negro.
El 23 de febrero de 2019 se celebro la asamblea de Vox en
que desaparecía la posibilidad de lo que algunos llamaban primarias en Vox. En
realidad la posibilidad de elegir ciertos cargos internos por elección de los
afiliados. Solo quedo el resquicio de elegir los Comités Ejecutivos
Provinciales en las provincias con mas afiliados. A día de hoy eso ni eso, pues
fueron eliminados del todo estos procesos en la asamblea de 2022.
Aquel 23 de febrero no solo hubo el golpe de hacer desaparecer
esos procesos electivos. También aparecieron los “hombres de negro”. Ese día
fueron presentados como una especie de asesores externos que ayudarían a
organizar el partido. Pero en realidad rápidamente ocuparon una serie de
vicesecretarias dependientes de la Secretaria General de Vox. Básicamente la
Vicesecretaria de Organización, y su organigrama interno con encargados de cada
una de las áreas: territorial, institucional, etc que con el tiempo se
diversificaron.
La decisión de todos los cambios de ese 23 de febrero venían
dados por el crecimiento explosivo de Vox tras las elecciones de Andalucía del
diciembre anterior. Existió un miedo, en cierto modo razonable, a la llegada de
los “arribistas”, que no se supo gestionar en ese momento, ni después.
En vez de buscar crear un ejército político estos personajes
se dedicaron a buscar “leales”, léase “sumisos”, que constituyeron una especie
de ejército de Pancho Villa desnortado y poco preparado para la gestión
política provincial.
Esta primavera hemos visto los resultados en Andalucía. Con
el supuesto trabajo de tres años y pico de organización solo se ha crecido 2
escaños. Pero como organización domina el discurso interno de forma feroz
rápidamente se ha echado la culpa a la campaña y al final se ha hecho caer a la
candidata. Esta ferocidad contra los que no son “leales” ha llevado a que casi
la mitad de los cargos originales de Vox no hayan llegado a ejercer a fecha de
hoy. Unos asqueados, otros presionados, otros aburridos; evidentemente algunos
eran inapropiados, pero desde organización se ha hecho la vida imposible a
muchos cargos electos para hacerlos dimitir.
Ahora organización no asume ningún error, solo se filtra que
la organización territorial no es la ideal. Ni se hace autocritica sobre la
forma de elegir los candidatos, a última hora y con escaso criterio de cercanía
al territorio. Ahora solo se abré el proceso de los curriculum, se piden
curriculum a diestro y siniestro. Y volvemos al error original, en vez de
buscar una organización política eficaz y agresiva, se buscan buenos chicos que
sean fieles, sin pensar en dirigentes políticos que se peguen al territorio y
que lleven en su ADN los principios de Vox. Los errores en algunas de las
elecciones de cargos en Castilla y León ya han demostrado que el ADN de alguno
de los propuestos no era el de Vox, eran buenos chicos pero no de Vox.
Y seguimos igual. En vez de convertir a Vox en un
instrumento político eficaz y valioso para la tan cacareada “guerra cultural”
estamos creando una agencia de colocación de “cayetanos” tipos bien vestidos de
buenas familias que han gastado en ellos
caros estudios y titulaciones.
Para hacer la “guerra cultural” hay que tener buenos
ejércitos, y si es necesario acudir a tácticas guerrilleras. Pero algunos
confunden sus tácticas guerrilleras de golpe de mano con el trabajo laborioso,
cuidadoso, educado y a largo plazo de construir una fuerza política de futuro y
permanencia para el cambio de paradigmas políticas de nuestra Patria.