Y en eso estamos. Ya no se trata se saber cual es la opción por la que apostamos. Es entrar en los detalles, avanzar en lo propuesto, ganar posiciones.
No se muy bien como va la cosa, uno dijo algo así como que la guerra era la continuación de la política por otros medios, y algún otro que la política era la continuación de la guerra por otros medios. Uno de ellos era mas famoso que el otro. No es esa la cuestión. Una simple búsqueda en el ordenador con que estoy escribiendo resolvería la duda.
La cuestión es que el símil militar, en estos tiempos mal visto lo se, nos vale para hacer algunas reflexiones.
La política es como una guerra. Una larga guerra. Con sus batallas, sus victorias y sus derrotas. Con su infantería, su caballería, su artillería, su intendencia, etc. Sus emboscadas, sus esperas, su acumulación de fuerzas.
El fin de la política es la victoria. Que nadie se engañe. No es vestir uniformes, Ni levantar alto una bandera. Ni estar permanentemente en la trinchera o el bunker encerrados. Ni contar batallitas sobre aventuras.
Las batallas se dan para ganarlas, porque ganando batallas es como se suelen ganar las guerras. Puede interesar en un momento una retirada, lo que es una excepción. O un ataque con pocas probabilidades de éxito, otra excepción. Pero estas excepciones son en función de la búsqueda de un éxito mayor. Ningún general envía a sus tropas al matadero sin sentido.
Hoy estamos en unas batallas determinadas de una gran guerra. Y estas batallas nos llevan a que es necesario acumular fuerzas, agrupar voluntarios, organizarlos y convertir nuestras fuerzas en unidades operativas y eficaces. Hay quien quiere quedarse al margen, decir que organiza otros ejércitos para otras guerras. Cuando se busca una excusa se encuentra. No es nuestro caso. Queremos que lo nuestro avance, que cada vez ocupe mas espacio público. Es posible que hoy toque dar una batalla especifica, sobre un tema determinado, pero hemos de dar las batallas que podemos ganar, una a una. Es esencial ganar cuantas mas batallas. No escudarnos en aquellas batalla que mas nos gustaría hacer. Eso no es política, ni guerra, es juego virtual.
