viernes, 9 de marzo de 2018

En el corazón de la red (III). Velocidad y permanencia.

No es una cuestión de la red, es una cuestión del mundo actual, ya no se si moderno o posmoderno, la velocidad de las cosas no permite un análisis que permanezca, todo es velocidad y futilidad.
Contaba a modo de ejemplo un conocido como se esta perdiendo patrimonio toponímico en España. Antes todo lugar o rincón tenia su nombre. Un alto, una partida agrícola, cada huerto, cada barranco, cada ladera. Hoy la velocidad a la que pasamos por esos lugares hace que ya "no necesitemos" saber esos sitios por donde ya no tenemos ni tiempo para nombrarlos al pasar. Junto a eso el abandono de las áreas rurales y salvajes ya no hace necesario el denominarlas, nadie esta allí, nadie "ha de llevar un almuerzo" a esos lugares, y si pasa algo una llamada al 112, unas coordenadas de Google, y a esperar que "alguien" nos venga a buscar. Aunque ese "alguien" en algunos casos, muchos, sea una vieja institución española: la Guardia Civil. (Pero ese no era el tema de esta entrada).
En la red pasa lo mismo. La rapidez de las redes sociales, y su futilidad, cuyo ejemplo mas claro es un grupo de whatsapp, hacen que cualquier cosa, idea, mensaje, iniciativa o comentario valioso quede enterrado entre una mar de chanzas, alabanzas, simbolitos aprobatorios, y apostillas de todo tipo que terminan girando sobre cualquier banalidad surgida en ese mar de porquería de comentarios.
El ejemplo de esos grupos de whatsapp es el extremo de una realidad cada vez mas amenazante en las redes. Cambiar de red no mejora mucho la situación. Entrar en facebook o twitter no mejora la calidad de los comentarios. La abundancia de cualquier tipo de rumor que se difunde en base a un titular sin haber ni siquiera abierto el contenido que se difunde, ¿que queda de aquello de comprobar por varias fuentes tu información?. El acudir a redes mas minoritarias como Telegram hace que los mensajes tengan menos difusión y no mejora necesariamente la calidad de los participantes.

Todo ello trae la reflexión final ¿Como conseguir que los mensajes valiosos no queden enterrados entre comentarios basura? ¿Como conseguir que las entradas interesantes no queden sepultadas por un continuo de entradas sin sentido? No se si volver al blog es la solución. Quizás lo intente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario