sábado, 11 de febrero de 2017

Movimientos sociales y militancia patriotica. El caso español.

Se suele argumentar que para que surja un movimiento patriota en España es necesario que haya un movimiento social. Parece que se insinúa que ese movimiento social ha de ser previo y anterior a cualquier experiencia política.

Si se dedican todos los esfuerzos militantes a “crear” movimientos sociales que normalmente están compuesto exclusivamente por los militantes no estamos avanzando. Es posible que se consigan algunos apoyos a esos movimientos sociales. Pero una acción política seria de esos mismos militantes conseguiría igualmente apoyos.

La teoría entre movimientos sociales y movimiento político ha sido siempre la misma. Los movimientos sociales han de ser amplios, y en ellos los militantes políticos se han de mover con facilidad. Ello no significa que sean la columna vertebral de esos movimientos sino que esos movimientos sociales tienen sus propias dinámicas. Y los militantes políticos han de lograr encauzar y politizar esos movimientos sociales.

Voy a poner un ejemplo. Con las cautelas suficientes de que es posible que muchos de mis lectores no conozcan muy bien de lo que hablo. El otro día me paso cuando hablaba de la LCR y por mensaje privado me preguntaron que era. El ejemplo es el Partido Comunista de España (PCE) en la década de los 60 en España. Empezaban a existir en esos momentos protestas variadas y diversas. El PCE no organizaba esas protestas, nacían de la base y el PCE llevaba allí sus militantes, intentaba radicalizarlos, buscar nuevos militantes en esos movimientos, organizarlos, etc.

¿Existen movimientos sociales en la actualidad en los que los patriotas pudiesen operar de una manera semejante? SI.

Los movimientos sociales a los que nos referimos evidentemente no serán reconocidos como tales por los medios oficiales. Son movimientos que tienen dificultades para ser reconocidos como “movimientos sociales” porque no son lo que el sistema quiere. Cualquier pandilla de mujeres algo radicalizadas será reconocido como “colectivo feminista” del “movimiento de mujeres”, ahora ya una mezcolanza de abortismo, feminismo igualitario y lesbianismo. Pero que ocurre cuando se detecta un “grupo de hombres” que reclama la no discriminación en los divorcios, o ponen en duda la actual “presunción de culpabilidad” en el llamado “ámbito familiar”, pues que no son reconocidos como “movimiento social” por los medios. Pero la realidad es que estos “movimientos” existen, que cada vez agrupan a mas gente, que en las redes sociales están cada vez mas organizados. En el caso del ejemplo se puede ver como en determinados foros de internet son muy fuertes o sus grupos de Facebook muy numerosos.

Al igual que ocurre con los “grupos de hombres” nos encontramos con movimientos sociales que han sido abandonados por las fuerzas políticas y que necesitan que alguien recoja sus demandas. Hablamos de las cuestiones como el aborto, y las cuestiones relacionadas con la imposición de la agenda de genero, ahora ya promocionada por todos los partidos del sistema.

Otros ejemplos mas cercanos han sido las movilizaciones de legionarios en defensa de sus instalaciones (en Barcelona), o del buen nombre de su fundador (Madrid). En ellas los militantes patriotas deberían haberse implicado mas y lograr de una parte radicalizar la protesta y de otra conseguir militantes.

En el campo de las victimas de terrorismo, aun todavía tutelado por el PP cada vez hay mas descontento. La desaparición de UPyD y por tanto de la condición de electos (eurodiputados por ejemplo) de algunos de los portavoces de ese movimiento los dejará en manos de los patriotas que se apresten a radicalizarlo, organizarlo y conseguir militantes.

Y en el gran campo del anti-separatismo ocurre lo mismo. Las grandes movilizaciones anti-separatistas no deben ser dejadas en mano de los “constitucionalistas”, sino que progresivamente han de ser reconducidas por la vía de “la constitución no es la solución” a su radicalización, sobre todo porque es un tema como el del aborto y las victimas del terrorismo que se queda en mucha ocasiones huérfano de referente político. A algunos esto se les hace difícil, prefieren participar en movilizaciones separadas de la sociedad con unos centenares de participantes, en vez de participar “como peces en el agua” en el seno de grandes movimientos.

Hay ejemplos mas pequeños como suelen ser ciclicamente los problemas que tienen los miembros de los cuerpos de seguridad públicos y privados en el ejercicio de sus labores.

Otra cosa en internar participar, cosa mas difícil por el cordón sanitario establecido en contra de los patriotas por los que los izquierdistas que los controlan, en movimientos estudiantiles, de defensa de la sanidad pública y similares.

¿Cual es el problema?. Que muchos militantes no quieren salir del “área de confort” en el que están instalados. Es mucho mas fácil agrupar una docena de militantes y realizar alguna acción social entre ellos mismos que lanzarse a participar de movimientos amplios.

La regla ha sido siempre la misma, la organización política es el ámbito mas restringido con mayor coincidencia de ideas y de valores, los movimientos sociales es donde los militantes han de realizar parte de su trabajo radicalizando las protestas y captando elementos valiosos que participan en ellas.


Es necesario pues hacer una reflexión serena sobre que son esos “movimientos sociales” de los que se habla en el área patriota y entender cual debería ser la labor a realizar.

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